domingo, 28 de marzo de 2010

DOS HISTORIAS REALES DE ANGELES



Las historias que le voy a contar no me sucedieron a mí, sino a dos amigas mías.

Lo primero fue un día una de mis amigas venía caminando desde la universidad hasta mi apartamento que es un poco distante, y comenzó a llover fuertemente y un anciano que estaba sentado frente a una casa, la llamó y le dio una sombrilla. Al otro día cuando ella fue a devolvérsela le dijeron que allí no vivía ningún anciano.

Después de esto todos los días ella pasa por esa casa y nunca más vio al anciano.

La segunda historia le sucedió a mi mejor amiga, ella es una muchacha que toda la vida ha tenido muchos problemas. Ella fue a pedirle un dinero para comer al papá de su bebé, pero él no se lo quiso dar, entonces ella se fue, y a mitad del camino su auto se apagó y ella del coraje se fue caminado por la carretera, y todos los autos que pasaban le gritaban cosas muy feas.

Un auto por fin se detuvo y la llamó por su nombre, era un muchacho que ella no conocía y que tenía una enorme cicatriz en la cara, ella dudo en subirse, pero de pronto sintió una paz y se subió al auto.

Ella no pronunciaba palabra alguna, y de pronto el muchacho le dice “no llores por ese hombre porque él no te quiere, tu mereces algo mucho mejor y lamentablemente tu hijo no merece esto”. Luego se detuvo frente a un restaurante de comida oriental, y le trajo comida. Ella le dice “no tenias porque hacer esto”, y él le contestó

“Dios me envió para ayudarte”.

Él se detuvo en una gasolinera y en un recipiente echo la gasolina, siguió hasta donde estaba el auto de ella, sin ella haberle dicho donde estaba, le echó la gasolina, la miro fijamente y le dijo Dios tiene grandes cosas para tí, no desistas”. Y cuando ella le fue a dar las gracias el muchacho ya no estaba.

Ella sintió una gran tranquilidad y se marcho. Estas han sido experiencias donde personalmente estoy segura de que Dios ha puesto sus Ángeles a ayudar a mis amigas.

Cortesía de Vanessa Vazquez

jueves, 11 de marzo de 2010

LA ENERGIA PRIMORDIAL DE LOS ANGELES, PARTE 1



Los ángeles son energía pura, espíritus trascendentales. Fueron creados perfectos, libres de las condiciones humanas. Son seres de luz que existen para alabar a Dios. Están en el mundo antes que el ser humano. Su función es concentrar, intensificar y amplificar las energías de Dios en beneficio de toda la creación, atendiendo las necesidades de la humanidad, exaltando los sentimientos de fe, esperanza, caridad, honor, integridad, verdad, libertad, misericordia y justicia.

Son identidades divinas que encauzan la energía celestial para resolver los conflictos del universo. Protegen nuestra energía espiritual, nos alertan en momentos de peligro siempre están dispuestos a servirnos de acuerdo a nuestras necesidades y nos acompañan para concretar nuestros potenciales en todos los niveles. Expanden el espíritu de la vida y renuevan todo lo que tocan. Son la revelación de amor divino, de la sabiduría y del poder absoluto.

Tienen la capacidad de adoptar diferentes formas para presentarse ante nosotros cuando es necesario.

Su nombre deriva del latín Angelus y del griego Angelos, cuya interpretaciónes“Mensajero de Dios”.

Cuenta una leyenda que desde nuestro nacimiento, un ángel apoya un dedo sobre nuestros labios y dice:” Calla no digas lo que sabes”. Por eso nacemos con una hendidura en el labio superior, sin recordar nada del sitio de donde venimos.

Ellos pueden pasar por nuestra vida, sin que seamos capaces de reconocerlos. No existe ser humano que no haya sido visitado alguna vez por un Ángel. Sin embargo, no todas las personas están dispuestas a admitir que han recibido su visita.

Existen distintos Ángeles, según el elemento que les fue asignado para extraer su energía y encausarla en beneficio de los hombres. Ellos son: